El 30 de
agosto del año pasado la Comisión Europea emitió un
comunicado exigiendo a Apple el pago de 13
billones de euros al gobierno irlandés por romper las leyes fiscales de la
unión. Sin embargo, el gobierno ha tomado la polémica decisión
de recurrir la sentencia. Los irlandeses –que nos dijeron que eran referencia en la salida de la crisis- pueden estar sufriendo ahora las consecuencias de una forma muy cuestionable de manejar la economía.
La sede europea
de Apple se encuentra a las afueras de Cork,
la segunda ciudad más grande de la república. A pocos minutos en coche del
enorme campus de la multinacional se encuentran los barrios del
norte de la ciudad, barrios donde la crisis económica de 2008 pegó con todas
sus fuerzas. Los vecinos se están preguntando qué fue de esa milagrosa salida
de la crisis de la que tanto se habla en la prensa nacional e internacional.
Según
los últimos datos de la oficina de estadística del gobierno (Central Statistics Office)
un 16.3% de los irlandeses está en riesgo de pobreza
y hay una alarmante tasa del 29% de privación material – además de un 8.4% de
privación severa. Irlanda, tras Grecia, pidió el rescate de la UE y el FMI en 2010, llevando a los conocidos
programas de ajustes y austeridad que caracterizan a estas instituciones:
Para empezar, Irlanda
sufrió un golpe muy duro en su sistema sanitario, la expresión máxima de esto
se ve aún en las camillas de los hospitales, donde varios pacientes han perdido
la vida en los últimos años al esperar durante horas un tratamiento de emergencia.
La vivienda también está en el punto de mira,
la burbuja inmobiliaria apenas dejó hogares baratos y un creciente número de
personas se está quedando en la calle -normalmente por la subida de los alquileres. En la ciudad de Cork, la comunidad Simon ayuda a la gente que se
encuentra en esta situación. Denuncian una subida media de 18.2% en un solo año en los alquileres y una lista
de espera de 6000 personas para que el ayuntamiento les ofrezca una vivienda.
Todo esto en una ciudad que, según Simon, tiene
casi 4500 viviendas vacías.
Además
de los recortes, el gobierno anunció que se iba a vender la gestión del agua a
una empresa privada y que esta instalaría contadores de agua en todos los
hogares. Esto provocó una gran respuesta social y numerosas manifestaciones con
gran participación de ciudadanos y políticos de la oposición. Sin embargo, sus
esfuerzos han servido de poco: Los contadores se han instalado y el Fine
Gael, partido del gobierno, volvió a ganar las elecciones en febrero de
2016.
En este
contexto anunció Enda Kenny, el
primer ministro o Taoiseach de la
república, su decisión de rechazar el dinero de Apple.
Para hacernos a la idea, los 13 billones de euros que ha decretado la CE equivalen al presupuesto total de la sanidad irlandesa.
Apple es
una de varias empresas tecnológicas multinacionales que ha puesto su base
europea en Irlanda. Pagan un impuesto de sociedades muy bajo (12.5% frente al 25% general español), pero incluso este
se puede esquivar si se hace con talento:
Irlanda
permite una forma de empresa llamada Stateless (sin estado), y la otorga a las empresas que ejercen la mayor parte
de su actividad en distintos países. Este título les exime de pagar impuestos,
por mucho que la empresa esté establecida oficialmente en Irlanda. Así, aunque
Irlanda es la base oficial de Apple en toda Europa, solo le cobraba a Apple una
pequeña porción de impuestos. Esta porción era la que correspondía a la rama
irlandesa de la empresa, que la multinacional separa de las otras dos afiliadas
(Apple Operations Europe y Apple Sales
International) que se encargan del resto
de Europa, India, Oriente Medio y África
- y sin responsabilidades fiscales en ninguno de estos sitios.
Gracias
a esta trama, en 2014 Apple pagó un 0.005%
en impuesto de sociedades según la CE. Es decir, 50 euros en impuestos por cada
millón de euros en beneficios. La comisión denuncia que estas prácticas hacen
daño tanto a la competencia entre empresas como a los contribuyentes
irlandeses. Estos contribuyentes han sufrido grandes cargas fiscales desde el
comienzo de la crisis y ahora observan frustrados como Apple las evitaba.
Por esto
es difícil entender que la decisión se vaya a recurrir cuando Irlanda necesita tan
desesperadamente ese dinero. Uno entiende que Apple quiera defender sus
intereses económicos, pero ¿por qué
actúa de esta forma el gobierno?
Irlanda
no es un país ajeno al sufrimiento, tiene una historia protagonizada por las hambrunas y la represión, y quizá sea esta la clave para
interpretar la postura de Kenny:
Esta decisión se ha tomado por el miedo a la
respuesta de Apple. Por el miedo a que hagan las maletas y –como han hecho
otras empresas antes- dejen la ciudad en la ruina. Apple da empleo a más de 5000 personas en Cork, y han
sido empresas como esta las que han contribuido a que el paro en Irlanda no sea
un problema tan serio como lo ha sido en Grecia o en España.
Pero estamos
ante una forma extrema de hacer política: tomar decisiones que van a afectar
gravemente a la población solo por miedo a cómo pueda actuar una empresa. Se
está marcando un precedente horrible, donde una empresa manda y un gobierno
aterrorizado obedece para intentar salvar su gente.
Y por tanto planteo una pregunta ¿podemos realmente hablar de democracia cuando los que toman las decisiones importantes son empresas privadas? y para colmo, en este caso, ni siquiera es una empresa nacional.
Irlanda abrió la puerta -con trampas, eso sí- a la empresa cuando estaban locos con la idea de crear trabajos en 1980. En tiempos de los Chicago Boys y las propuestas neoliberales de Friedman parecía una idea fantástica. Pero ahora su economía nacional depende de hacerles la pelota a billonarios californianos mientras sus servicios públicos se van a la mierda. Esto es extremadamente doloroso de ver: "las carreteras en Irlanda son tercermundistas y la gente se pasa años en las listas de espera de los hospitales pero, aún así, señores de Apple, no queremos vuestro dinero, ¿seguimos siendo colegas, verdad?"
Es importante que planteemos las cosas así de vez en cuando porque si deconstruimos el significado verdadero de estas noticias nos damos cuenta de que el sistema es extremadamente corrupto. Conceptos que damos por sentados como la democracia y la soberanía realmente desaparecen cuando se hace política de esta forma. En España lo sabemos bien, lo peor del sueño neoliberal es despertarse.
“Sigamos con el robo, los pobres siguen teniendo demasiado” Un hombre se dirige a una manifestación en Dublín en febrero del año pasado.
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